En 1913 el misionero protestante Richard Wilhelm, residente en China, sue~na que un anciano maestro le inicia en el misterio de la "Monta~na sagrada". Poco tiempo despu'es conoce al maestro Lao Na"i Souan. Comenzar'ia una amistad fecunda y un trabajo en com'un para llevar a Occidente una versi'on asombrosa y rigurosa del libro m'as antiguo de la historia universal: el I Ching o libro de las mutaciones. Sin embargo, a pesar de su origen remoto, el libro demostrar'ia que estaba pensado para situarse m'as all'a del tiempo y de la historia. La versi'on de Wilhelm mostraba que la obra, incomprendida hasta entonces, era un tratado tan profundo sobre el orden universal y la condici'on humana que no parec'ia ser el fruto de una especulaci'on filos'ofica sino la revelaci'on de una mente sobrehumana. Conjugaba tres aspectos de la realidad y los unificaba en las leyes del devenir: lo espiritual, lo terrenal y el destino. Podr'ia utilizarse para comprender las reglas de juego del Universo, la vida como fen'omeno, o consultarlo como or'aculo, desvelando el misterio del tiempo.
El I Ching, de la mano de Richard Wilhelm, aparece en Occidente en el per'iodo de entreguerras. Llega como por casualidad cuando 'este se debate en la profusi'on de ideolog'ias, caos social y sacudimiento de todas las creencias. Gu'ia para la acci'on y la reflexi'on, hab'ia salvado miles de a~nos para seguir siendo 'util en 'epocas que parec'ian preludiar el fin de una civilizaci'on. ?De d'onde ven'ia? Los chinos atribuyen su aparici'on a un personaje m'itico: Fu Hi. 'Este habr'ia vivido hace 4.500 a~nos y sido el fundador de la cultura arcaica china. Pero los s'imbolos o hexagramas en que se divide la obra (64) tienen muy poco en com'un con los ideogramas antiguos y hacen pensar que el I Ching proviene de otra fuente a'un m'as remota. La tradici'on hist'orica refiere que el texto fue objeto de una transformaci'on profunda, realizada por el rey Wen en el 1066 a. de C. y m'as tarde por el duque de Chou. Confucio y Lao-Ts'e realizaron comentarios aclaratorios y bebieron de su fuente.
Cuando Carl Gustav Jung, el eminente psic'ologo suizo, tuvo en manos la versi'on que Wilhelm hiciera del libro de las mutaciones se sinti'o sobrecogido. Ten'ia ante s'i un tratado que exploraba y describ'ia 4.096 situaciones humanas, cada una dentro de un contexto y de un tiempo hist'orico determinado. Los s'imbolos o hexagramas que presid'ian cada una de las 64 partes estaban construidos con seis l'ineas enteras o partidas. Las dos l'ineas inferiores correspond'ian a la Tierra, lo material, el basamento f'isico. Las dos del centro al hombre y las dos superiores al Cielo, lo luminoso, lo espiritual. Cada uno de esos hexagramas representaba, seg'un la forma en que se alternaban las l'ineas enteras o partidas, una situaci'on singular en lo social hist'orico, en lo personal y en el ciclo c'osmico. ?C'omo pod'ia expresar una cantidad de informaci'on tan enorme? Pero adem'as, las l'ineas individuales se mov'ian de acuerdo a su valoraci'on num'erica cuando se consultaba el libro como or'aculo y este se transformaba en un medio de evaluaci'on din'amica: el libro era una entidad viviente, capaz de internarse en el futuro y descubrirlo. El deslumbramiento de Jung nac'ia de ver confirmada su intuici'on de la existencia de una estructura supraconsciente, que no se pon'ia de manifiesto en la vida normal, pero que se expresaba en el aparente automatismo del consultante al arrojar las monedas y hallar un hexagrama de respuesta. No hab'ia casualidad. El I Ching se revelaba como un puente entre el mundo humano y la totalidad de una mente universal y de unas reglas fijas que estructuraban los acontecimientos. Al expresar las leyes del tiempo y el devenir, el I Ching se situaba m'as all'a del tiempo pero pod'ia aclarar cualquier situaci'on hist'orica e individual.
"LA CONEXI'ON SOBREHUMANA"
Richard Wilhelm incluy'o en su versi'on del I Ching un antiguo trabajo de ex'egesis que se atribuye al rey Wen y que habr'ia sido escrito en el a~no 1.100 a. de C. El Tuan Chuan o Gran Tratado, intenta una aproximaci'on conceptual al misterio del libro. Seg'un explica, los sabios de la antig"uedad buscaron el medio para que los hombres pudieran conectarse con las esferas superiores y las divinidades luminosas que se expresaban en un lenguaje directo y sobrehumano. Penetraron - dice - "con su pensamiento el orden externo hasta el fin, y la ley de su propia interioridad hasta el n'ucleo m'as profundo, arribando a la comprensi'on del destino". Refiri'endose a las l'ineas de los hexagramas, que poseen una energ'ia significativa nos exhorta: "!A'un si no tienes un maestro ac'ercate a ellas como a tus padres!".
Todo el movimiento del Universo se basa en la combinaci'on de dos energ'ias o aspectos b'asicos: lo espiritual y lo material. Sin embargo en n'umero dos implica un estado de equilibrio. El n'umero tres, entonces, expresa la relaci'on sutil de esa polaridad y del comienza de todo movimiento, de la misma forma que la diferencia de potencial el'ectrico genera un flujo cuando las dos cargas se relacionan mediante un conductor. El tres es el n'umero de la creaci'on en todas las tradiciones antiguas. El I Ching basa su numerolog'ia en la combinaci'on b'asica de tres l'ineas, que dan origen a ocho manifestaciones energ'eticas fundamentales. De la duplicaci'on y relaci'on de esos trigramas nacen los 64 hexagramas (8x8). En la representaci'on total de cada signo, los trigramas, al interpenetrarse y relacionarse, construyen un conjunto donde lo espiritual, lo material y lo humano encuentran su expresi'on, y donde cada l'inea posee una significaci'on dentro del conjunto.
"LA ESTRUCTURA C'ICLICA" DE LA REALIDAD"
El Gran Tratado revela que, conociendo las leyes del n'umero y la energ'ia de las l'ineas, se puede acceder al conocimiento de todo lo que ocurre en el Universo. Las leyes que rigen la Tierra y el Cielo son las mismas en todo lugar. El sistema simb'olico del I Ching posee diferentes niveles de lectura. Lo que ocurre sobre la Tierra est'a conectado a los grandes acontecimientos del Cosmos, a sus ciclos menores y mayores. Eso se manifiesta, seg'un el I Ching, por la estructura dual del tiempo y la existencia de patrones o arquetipos.
El primer movimiento es aquel que, viniendo del futuro, se hace presente y se marcha hacia el pasado. El segundo, retr'ogrado e invisible, vuelve a reconstruir el patr'on original. El 'arbol que muere - por usar una met'afora - retrocede hasta semilla: la primavera que concluye se retrae sobre s'i misma y ser'a el modelo que asumir'a la pr'oxima, en una situaci'on semejante. El esp'iritu vital abandonar'a el cuerpo del humano cuando muera, pero ser'a semilla de otro. Las semillas del movimiento retr'ogrado del tiempo son las constructoras futuras de la realidad. De esta forma, el futuro ya existe en forma potencial hasta que se configura en el mundo visible. Es desde all'i que se expresan las l'ineas del I Ching.
"EL LIBRO ORACULAR"
El I Ching es un libro que debe leerse como compendio de sabidur'ia. En su aspecto pr'actico y oracular, su consulta abre las puertas a los contenidos supraconscientes de quien interroga. De esta forma tambi'en va interiorizando en forma paulatina los contenidos del libro y adquiere una visi'on sobre c'omo afrontar los acontecimientos. La consulta m'as sencilla se hace arrojando seis veces tres monedas a las que se les ha adjudicado un valor, cara 2; cruz 3. Cada vez que se arrojan se suman los resultados y se realiza un trazo, comenzando desde abajo. A los trazos pares (6 u 8) les corresponde una l'inea partida. A los impares (7 'o 9) una l'inea entera. Una vez realizadas las seis tiradas, se toman las tres inferiores y las tres superiores y se las busca en la tabla existente en el libro. All'i en la intersecci'on se encuentra el n'umero del hexagrama que ha correspondido. Luego de leer el Dictamen y la Imagen, corresponde leer s'olo las l'ineas con numeraci'on 6 y 9. Hay all'i una advertencia singular para la situaci'on.
Origin: wiccalessons.blogspot.com